Tuesday, July 18, 2006

...subsiste un romper de alerta en el humo de las leyes. parcas mieses nos encuentran absolvidos por el fervor. te yergues abrumado esa ráfaga es dulzura de lo áspero, es dureza de lo blando. buscás una estratagema, hilvanar lo denso, pelaje desacido en ascención oblicua. la coraza que imprima tus dudas. recito con acento de tundra las destrucciones sucedáneas. algo se resuelve tras la insuficiencia y recae, se revuelve en las contracciones de una moribunda, alumbra en cada facción desiguales desgarros, dominios inalcanzables. se despiden las gargantas del llanto que nos abrigaba. esa madre energúmena quiere fundar en nuestras lenguas inertes su soberanía. cholitos intensivos desatan las implícitas cobayas. esos roedores sólo transmiten rumias asonantes. hacia el claror de la crisis disparan, sin consonantes. con frenesí el hambriento degüella a los muertos redivivos, los incinera en el extinto fuego del holocausto vecino. el éter le vive en el estómago, le habla por los poros, abre sus fibras con bocas purulentas y auguriosas. no mutila ya su insuficiencia con tumultos de cuerpos perdidos. estira una antena de inquietud desde su sueño, me retira hacia el anochecer sin destino...
apronta lo sagrado a perderse en el desvío de la náusea. callejón muerto. viaje concluso. punto inerte. muro siempre el mismo. el drama, enfermedad servil, desparrama sus libretos, como fantasmas que calzarse para espantar a los vivos. pues tras el laberinto quizá sigamos muertos.
con acuestos cadáveres construí estas ruinas, capullo ceniciento, cráter de aves apagadas. el Soplo adentra sobres vacíos , la moribunda química resucita en la erosión que me dispara hacia mesetas de entrepiso. las escamas traspasan jardines vivos y melancólicos, estepas de arena deslumbrante. el aliento de los túmulos se esconde en las pisadas del Gran Muerto. sus tobillos ruegan por mis lágrimas, su carne violácea quiere reír por mis encías. urna y almizcle. tejido y deshielo. me quiebro en soles instantáneos, en las orillas mis partes irresueltas bisbisean pendulares, se depositan ofrendosas en los bancos de tierra fértil, y derivan hacia la corriente al instante, presas del embriago al golpearse entre sí, aterrizadas en el terror de saberse provenientes de la comunión, al chocarse los poros, al lamerse recíprocas la sal, resabios dispersos, flotantes absolutos disolvidos. sabores de lenguas futuras uncen las mejillas de cholitos reidores. cornamentas milagrosas se forman en sus frentes tímidas y resueltas.

Sunday, May 21, 2006

descuajeringozó el estofado un tierno rato, que no alcanzóse arrojar, para indeponibles carajaderas. su emboze bobante instantáneo, como cocodrilo a la tinta instantáneo, se le depuso, y lancolo luergo con un latiguillo de inexistente. duró en vueltas voliciadas como cárminas nacidas en sí sismadas, y voltereó inacorde emuliente, desflecaban sus muescas sinuosidades despampanales, se insufló, en desgremial incinería, devolviendo a un curdelaje de madre.
empresto su aclimatación lo reabsobomboneó de nuevo, un poco ya harto de las hecatombes seudomicidas que le plagiaban la boca de urna asqueada. cansado de verdá, se fué enviciando en las vueltas, tranvía, consuetudinario, pues le quedaba cerca, y ya en viromista extracurtidor del trayecto de su sierne, se acolchonó reacomodaticio, y deplorando gomorranosamente, se eufemismó Glacia Raba de Alcantara, PARA ASÍ CURDIR, CON LETRAS PERENNES.
tiembla dativamente y estrangula su ocaso
besa la mano del salmo
en el golpe de la pluma
atravieso prelúdico mi plexo
hasta en vendimia sumirla
sumirla abrida de nacerle
varón perduroso de bastardaje sano

con golpes de sueño la anclaba en el día
la carne abrupta la leyó ajena de infancia
de lagos insomnes bebimos agónicos
nos lamen el latido bienvenidas

sierpe nodriza sin sosobra se despoja
sobra lánguida su traslúcido recorrido
su estigma recobrado

sucumbebe la ambrosía

traga el claror del morir
complace en su cáliz la pluviosa pupila
cruda pena es paherirla
morbosaliba el poro
puerta suave
encarna en la voluta
virgo incantatorio
iridisados músculos
abren el brillo escindido


en el remanso espejear del entresueño
vamos en vagarosa manada venidos
y ferviente solloza solícita la esfera
fundiendo en intemperie de axilas
las glándulas desgajadas de los idiolectos

más acá tornamos cosrpúsculo de soplo
ova dadivosa del recién comienzo
aunados en el nudo del seno

antes que en las frentes
afile su iris el vigía
invertebrado el letal vértigo
su silueta vierte en el cráter
la hondonada anfibia se subleva labial
el rayo huésped del magma
destronca el celo sonámbulo
las pródigas heridas
por tu útero expiran
las caricias de las islas
vagidos vagos salvan
sus orillas nácar asma
clarean brumas de ocaso
hembra sin habitar
arcaica te umbraleas
llagas lúbricas inyectan
cismos esplendorosos
emanciparias babas
se internan en travesía
estertóreas escancian
de fauces manantiales
la mascarada rancia sucumbe carcomida
sus mancias escuálidas vomitivas se derrumban
con imán de muerte depreda el fuego
devora a contragolpe del ahogo las aristas
condenadas se funden las lápidas gravísimas
presa de los vientos
en llamas rompe el ahullido

Friday, May 12, 2006

"esa es la palabra: destruye, destruye, destruye. destruye en tí mismo y a tu alrededor. haz lugar para tu alma y para las otras almas.
destruye todo bien y todo mal. los escombros son semejantes.
destruye los antiguos domicilios de hombres y los antiguos domicilios de almas; las cosas muertas son espejos que deforman.
destruye, porque toda creación procede de la destrucción.
y para la bondad superior hay que aniquilar la bondad inferior. y así el nuevo bien se presenta saturado de mal.
y para imaginar un nuevo arte, hay que quebrantar el arte antiguo.
porque toda construcción está hecha de vestigios, y en este mundo no hay nada nuevo excepto las formas.
y monelle dijo: te hablaré de la formación.
el deseo mismo de lo nuevo no es sino la ambición del alma que anhela formarse.
y las almas rechazan las formas antiguas, lo mismo que las serpientes su antigua piel.
y los pacientes recolectores de viejas pieles de serpiente aflijen a las jóvenes serpientes porque poseen un poder mágico sobre ellas.
porque aquel que detenta las antiguas pieles de serpiente impide a las jóvenes serpientes transformarse.
por eso las serpientes deshollan sus cuerpos en el verde socavón de una profunda espesura; y una vez al año se rehúnen las jóvenes en círculo y queman las viejas pieles.
parécete, pues, a las estaciones destructoras y formadoras.
construye tú mismo tu casa y quémala tú mismo.
no arrojes escombros a tus espaldas; que cada uno se valga de sus propios despojos.
no construyas jamás en la noche pasada. deja que tus edificios escapen a la deriva.
que en tí todo éxtasis esté moribundo, que toda voluptuosidad aspire a la muerte.
que todo dolor pase por tí como un insecto que ha de levantar vuelo. no te cierres sobre el insecto que carcome.
no te enamores de esos cárabos negros.
que todo gozo pase por tí como un insecto que ha de levantar vuelo.
no te cierres sobre el insecto que succiona. no te enamores de esas cetonias doradas.
ten por viva toda cosa incierta, y toda cosa segura, por muerta.
no seas esclavo de ninguna vestimenta, ni de alma ni de cuerpo.

Marcel Schwob, "El libro de Monelle"